Decisiones Dinamita por Max Lucado
Son pocos los días que pasan desapercibidos, sin que tengamos que enfrentarnos cara a cara con una ininvitada, inesperada y hasta inevitable decisión. Estas decisiones nos desorientan y confunden. Rápidamente. Inmediatamente. De repente. Sin consejo ni estudio ni aviso.De una manera repentina usted es lanzado al aire de la incertidumbre, y solo el instinto determinará si usted aterrizará de pie. ¿Quiere un buen ejemplo?Observe a los tres apóstoles en el jardín. Suena como si duermen. Cansados por una abundante cena y por una ocupada semana, con los párpados demasiado pesados, son despertados por Jesús solo para caer de nuevo en la tierra de los sueños. La última vez, sin embargo, son despertados por Jesús y el rintintín de espadas, el brillo de las antorchas y las ruidosas voces. “Allá está, agárrenlo”. Un alarido.Un beso.Un arrastrar de pies. Una pequeña escaramuza.De repente todo es tiempo de decisión. Sin tiempo para conferenciar. O para orar, o para meditar o consultar con amigos.
Decisión. Pedro lo hizo.Saca la espada. Cae la oreja. Jesús lo recrimina. ¿Ahora qué? Marcos, quien aparentemente fue un joven testigo, escribió estas palabras :” Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron”. Esa es una forma delicada de decir que ellos corrieron como ratones asustados.¿Todos ellos? ¿También Pedro? Si ¿Santiago? Si Santiago.¿Juan el amado? Si Juan el amado. Todos lo hicieron. Lo único que era más veloz que su pie era su pulso.Todas aquellas palabras de lealtad y compromiso fueron dejadas atrás como una nube de polvo.
Pero antes de que juzguemos muy duramente a estos “seguidores velocistas”, analicémonos a nosotros mismos. Posiblemente usted mismo haya estado en el jardín de la decisión unas pocas veces. ¿Se ha visto desafiada su lealtad? ¿Ha pasado alguna vez por esta trampa del demonio?
Para el adolescente podría ser un hecho sin importancia. Para el comerciante podría ser la oportunidad de hacerse de un poco de dinero “por debajo de la mesa”.Para la esposa podría constituir una oportunidad de dar un “par de mordidas al jugoso chisme”.Para el estudiante podría ser la oportunidad de mejorar su calificación mirando el examen de su compañero.Para el esposo podría significar un impulso de alterarse frente a los gastos de su esposa. Más a menudo de lo que parece, el final resulta ser una catástrofe.
Nos encontramos haciendo justamente aquello que detestamos. Ahora, no necesariamente tiene que ser así. Jesús no se aterrorizó. Él oyó también las espadas y vio los garrotes, pero no perdió la cabeza. ¡Y esa era la cabeza que los romanos querían! Releyendo la escena del jardín podemos darnos cuenta por qué.
Un juicio emitido por nuestro Maestro nos ofrece dos herramientas básicas para mantenernos con frialdad en medio del calor de una decisión.” Velad y orad para que no entréis en tentación.”. La primera herramienta es “Velad”. Permaneced alerta. Mantengan abiertos los ojos .Cuando vea venir el pecado evítelo. Cuando anticipe un encuentro peligroso, vuélvase. Cuando sienta tentación, tome otro camino. Todo lo que Jesús está diciendo es:” Presten atención”. Usted conoce sus debilidades .Además conoce las situaciones en las cuales sus debilidades son más vulnerables. Manténgase alejado de aquellas situaciones .Asientos traseros.Horas avanzadas .Clubes nocturnos.Juegos de póker. Ciertas películas. Cualquier cosa que le de entrada a satanás en su vida, manténgase alejado de aquello ¡Tenga cuidado!
La segunda herramienta es “Orar”.Pero orar no es decirle a Dios nada nuevo.No hay ningún pecador ni un santo que pueda sorprenderlo.Lo que hace la oración es invitar a Dios a caminar con nosotros los sombreados senderos de la vida.Orar es pedir a Dios que mire delante de nosotros para ver si hay árboles caídos o peñascos derribados y ayudarnos a pasarlos, guardando nuestra espalda de los dardos de fuego del maligno. “Velad y orad” .Buen consejo. Aceptémoslo.
Ministerio de Restauración Familiar "Luz de las Naciones"
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